Mi aula

Competición, evitar pérdidas de tiempo con tareas ajenas a lo convencional, pruebas estandarizadas, mejora de resultados de evaluaciones externas, respaldo económico a quienes separan por sexos... Sí señor, todo eso está de vuelta. (Ver)

Nos hablan de las "modas", que siempre regresan y que esto es una vuelta a la educación tradicional. No se engañen.

Lo cierto y verdad que para hablar de "modas", debemos hablar de "modistas", y estoy esperando a que se hagan públicos los nombres de los "expertos pedagogos", que han sustentado esta filosofía reformista. Después de haber escuchado a tantos con opiniones en contra, me queda la duda de si fueron "expertos" de un tiempo felizmente lejano, o si lo que realmente inspira a estos brillantes pensadores, es reconducir al rebaño, evitando así atisbos de divergencia ni crítica de una juventud presente y futura, que comienza a cuestionarse si realmente lo que NO necesitamos es un cambio de entrenador y SÍ un cambio absoluto de sistema.

No lo celebren con entusiasmo. No es un invento suyo, sépanlo. Hace ya unos pocos siglos, de las utópicas intenciones en la Ilustración, ya pasamos al "Despotismo Ilustrado", mucho menos incierto para el sistema.(Ver la Revolución Francesa)

¿Que exagero? No les voy a aburrir con muchos ejemplos. Como muestra, la mención en el artículo 122bis, tomando las T.I.C. exclusivamente como apoyo y la elección del material será a cargo de la Administración (Ver página 15). ¿Se imaginan qué habría sido de la "primavera árabe" si a los egipcios sólo les hubieran dejado jugar con Pipo? 

No les cuento ya, que el Consejo Escolar no decidirá nada (órgano consultivo, como el horóscopo), ni que el director puede contratar interinos a su antojo, ni que... Nada. Pasen y lean.

Mientras tanto, uno aquí, haciendo perder el tiempo a su clientela, pensando en aprender a convivir, a tomar decisiones propias, a tener criterio, a ser creativo, a hablar con propiedad, a investigar y a buscar "su verdad". Intentándolo y fracasando. Acertando y fallando. Viviendo.

Lo siento señores, pero no preparo a mis alumnos para un examen. Eso lo hacía con mis opositores. Ahora les enseñaré a pasar entrevistas de trabajo con directores de centro. Es lo que me (nos) queda.